El teorema
fundamental del cálculo consiste (intuitivamente) en la afirmación
de que la derivación e integración de una función son operaciones
inversas.1
Esto significa que toda función acotada e integrable (siendo continua o
discontinua en un número finito de puntos) verifica que la derivada de su integral
es igual a ella misma. Este teorema es central en la rama de las matemáticas denominada análisis matemático o cálculo.
El teorema fue fundamental porque hasta
entonces el cálculo aproximado de áreas -integrales- en el que se venía
trabajando desde Arquímedes,
era una rama de las matemáticas que se seguía por separado del cálculo
diferencial que se venía desarrollando por Isaac Newton, Isaac Barrow y Gottfried Leibniz en
el siglo XVIII, y dio lugar a
conceptos como el de las derivadas. Las integrales eran investigadas como
formas de estudiar áreas y volúmenes,
hasta que en ese punto de la historia ambas ramas convergieron, al demostrarse
que el estudio del "área bajo una función" estaba íntimamente
vinculado al cálculo diferencial, resultando la integración, la operación
inversa a la derivación.
Una consecuencia directa de este teorema es
la regla de Barrow, denominada en ocasiones segundo teorema fundamental del cálculo,
y que permite calcular la integral de una función utilizando la integral indefinida de la función
al ser integrada.
Sea f una función integrable en el
intervalo [a, b], entonces:
i) F es continua en [a, b]
ii) En todo punto c de [a, b] en el que f
sea continua se verifica que F es derivable en dicho punto, y F'(c) = f(c).
El Teorema Fundamental del Cálculo
Integral nos muestra que F(x) es precisamente el área limitada por la gráfica
de una función continua f(x).
A
cada punto c en [a, b] se le hace corresponder el área Tc.
Si
calculamos la derivada de esa función:
Luego
F'(c) = f(c), para todo c en [a, b]
Aparentemente, diferenciación e integración son
dos procesos completamente diferentes. La diferenciación corresponde
a un proceso de obtención de la tangente a una curva en un punto (o también el
cambio en la velocidad), mientras que la integracióncorresponde a un proceso encaminado a
encontrar el área bajo una curva. El Teorema Fundamental afirma que ambos
procesos son inversos el uno del otro.
Regla de Barrow.
Sea f(x) una función Riemann-integrable en
el intervalo [a, b], y sea F(x) cualquier función primitiva de f(x) en [a, b],
es decir:
F'(x)=f(x) para todo x en [a, b], entonces:
La importancia de la regla de Barrow es doble:
Por una parte es un método que nos permite calcular integrales definidas
obteniendo únicamente una función tal que F’(x)=f(x) y luego calcularla en los
límites de integración y por otro representa una conexión entre el Cálculo
Diferencial y el Cálculo Integral.
Generalización. Regla de la cadena:
Sea f(x) una función Riemann-integrable en
el intervalo [a, b], y sea F(x) una función primitiva de f(x) en [a, b],
sea g(x) una función diferenciable, entonces:
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